La espantosa muerte de Marta Laime Díaz. El sujeto no podía soportar que ella pudiese vivir libre, sin depender de nadie. El machismo implica la no aceptación de la pérdida de la mujer. En la madrugada del 6 de agosto, Félix Fernández Soria, irrumpió en el modesto hogar de la víctima, la amarró al catre junto a sus dos hijos y les prendió fuego. Ella murió luego de pavorosos dolores, sus hijos se debaten entre la vida y la muerte.
Como en la mayoría de los casos de feminicidio, el asesino, Félix Fernández Soria, tenía antecedentes por violencia familiar, es decir, si la policía hubiese tomado en serio su caso, esta mujer estaría viva, y sus hijos no estarían viviendo en el infierno (literal).
“Hasta que la muerte los separe”, dice el cura mientras rocía a los novios con agua bendita.
Desde allí viene este odio colonial. La sociedad no acepta la libertad de las mujeres, entonces las rocía con gasolina y les prende fuego.
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