Lula da Silva prepara tres medidas urgentes, si gana las elecciones en primera vuelta, este 2 de octubre: combatir el hambre, retomar la inversión del Estado y reposicionar a Brasil en el mundo. Lo explica Alexandre Pupo, dirigente de juventudes del Partido dos Trabalhadores (PT) y asesor internacional de la dupla presidencial Lula-Alckmin.
Tras el último debate televisivo de la Red Globo, la encuesta de IPEC anuncia que Lula alcanzaría el 51%, victoria garantizada en primera vuelta. En la jornada sabatina electoral, una gran marcha rojo y blanco recorrió calles céntricas de Sao Paulo, donde existe mayor concentración artística y cultural de la cosmopolita paulista.
Pupo cuenta, en entrevista con Atb Radio, que la campaña electoral empezó hace cuatro años, con un trabajo intenso que se dedicó a mostrar la destrucción del país, en lo económico, social, cultural, científico y hasta en la salud de la población, por lo que el actual presidente Jair Bolsonaro arrastra varios procesos judiciales.
Por ello, Pupo menciona que Brasil volvió a ocupar un puesto en el mapa del hambre de Naciones Unidas, un indicador que se había superado hace ocho años. De hecho, se puede constatar en las calles de varias ciudades miles de familias sobreviviendo al hambre y las inclemencias del cambio climático, soportando todo tipo de inseguridades y enfermedades.
En segundo plano, Lula y Alckmin, su vicepresidente, asignarán inversiones públicas que muevan el mercado interno y generen empleo inmediato. Alckmin que proviene del sector de la política liberal aceptó otorgar mayor concentración de decisiones económicas al Estado, compromiso que deberá honrar si ganan las elecciones.
La tercera medida en la agenda del nuevo gobierno “PT y aliados”, si ganan las elecciones, será reposicionar al Brasil en el ámbito internacional, debido a la política exterior errática que siguió Bolsonaro, desintegrando al gigante de Latinoamérica de varios espacios de articulación. “Necesitamos un nuevo proceso de integración regional, reactivar la CELAC, UNASUR… Queremos integrar plenamente a Bolivia al Mercosur”, adelantó el dirigente y experto en temas internacionales.
A esa agenda mencionada, una larga lista de demandas tendrá que encararse, desde la contención de la inflación, la suspensión del uso libre de armas, la misoginia contra las mujeres, la homofobia y el racismo que se expandieron de manera sostenida en los últimos cuatro años. “Hemos vivido un retroceso en los derechos”, analiza Pupo.
Todos los ojos se dirigen a Brasil este 2 de octubre, tanto porque si Lula ganara las elecciones un bloque progresista latinoamericano mucho más fuerte tomará cuerpo con México, Chile, Bolivia, Argentina, Colombia, Venezuela, Cuba y otros países aliados. Esta posibilidad no descarta que las fuerzas conservadoras, con tinte fascista, se detengan en sus pretensiones de interrumpir los proyectos populares y democráticos en la región.
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