“Siempre vas a estar en mi corazón. Siempre”.
El 15 de noviembre de 2019, su padre, julio Pinto Mamani, junto a otros miles de campesinos, obreros, comerciantes y artesanos, salió a marchar para que el gobierno de facto respeto el voto de “los nadies” de la tierra.
Un balazo le perforó la cabeza.
Siete meses luchó por su vida, sin poder recobrar la movilidad del cuerpo y sufriendo dolores terribles.
El 11 de junio de 2020 murió.
“Te voy a extrañar mucho papito”, sollozó una pequeña acercándose al ataúd de don julio, “Siempre vas a estar en mi corazón. Siempre. Por mi papá yo voy a recitar una poesía”, dijo entre lágrimas.
Un joven va por el campo,
Un joven va por el campo,
Y aunque el dolor lo taladre,
Sufre, calla y no se queja.
Cuando después de rodar
Por las calles y las plazas
Se arrodilla ante el altar,
Y así lo sorprende el cura,
Y al ver que una mano falta
Del brazo de aquel mozuelo,
Le dice: ¿Cómo te llamas?
¿Qué haces por este pueblo?
A don julio no le alcanzó la vida para escuchar la poesía de su hija.
No pudo despedirse de ninguno de sus hijos, tampoco de la niña de Huillani.