La analista ecuatoriana Irene León hizo una lectura de la política aplicada por Guillermo Lasso, presidente de Ecuador, “con medidas que transitan a un neoliberalismo duro que causa mucho sufrimiento en la gente, por eso todos salieron a las calles en todas partes”, manifestó en un programa de ATB Radio.
“La gente ha salido a las calles por cuestiones que están a flor de piel, porque ya no hay posibilidades de cubrir la canasta básica, los precios se han multiplicado, ya no se puede acceder a la educación… Por eso la gente está movilizada en todas partes”.

De acuerdo a León hubo recortes en todo el sector público, lo que dificulta que el pueblo acceda a la educación y la salud, disminuyendo la calidad de vida de las familias urbanas y rurales. “La salud retrocedió de un modelo eficiente aplicado durante la Revolución Ciudadana, al punto que en la pandemia se recogían los cadáveres de las calles en las ciudades”, señaló la analista.
Rememoró los cambios que se habían iniciado con Rafael Correa en la presidencia, tanto constitucionales como programáticos, los mismos que también se produjeron en otros países como Bolivia. “Eso se vino abajo muy rápidamente desde 2017 hasta acá y ahora estamos viviendo un neoliberalismo duro y pesado”, reveló y comparó con la situación en Bolivia, el 2019 ; “Bolivia vivió en carne propia la destrucción de una propuesta construida sobre los intereses populares”, dijo.
La analista ecuatoriana lamentó que el presidente Lasso represente los intereses del sector financiero dentro y fuera de Ecuador, siguiendo los mandatos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y con nexos fuertes hacia “la extrema derecha”.
Repasó los 10 puntos que exigen las organizaciones movilizadas como la Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE) -cuyo dirigente Leónidas Iza fue detenido en las primeras movilizaciones- y otras organizaciones que se unieron de manera “inédita” para llevar adelante este levantamiento popular.
La decisión de las organizaciones movilizadas fue mantener el “paro” y no aceptar “negociaciones” como ocurrió el 2019, cuando el pueblo tuvo que volver a su casa sin alcanzar lo que pedía. Desde su análisis, Ecuador vivió un “golpe blando” contra la Revolución Ciudadana que se mantuvo desde el 2007 al 2017.