En el colegio Juan XXIII (Cochabamba), y en el internado de San Miguel de Icla (Sucre), se cometieron los crímenes más atroces contra niños huérfanos, niños abandonados. Ambos establecimientos educativos fueron fundados por la iglesia católica. Los pequeños vejados por los curas, tenían un promedio de 6 años.
La periodista Susana Bejarano, le respondió al ex presidente Carlos Mesa quien pretendía relativizar la violación de niños, con el argumento de que los curas, “también hicieron cosas buenas”,
“Histórico es el encubrimiento, usaron instituciones de educación para violar niños eso, que es un delito público no fue puesto a conocimiento de las autoridades en su momento.
El oportunismo político es la defensa de la jerarquía católica y no de las víctimas”, escribió Bejarano en su cuenta de twitter.
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