Miles de casos de violación a menores y atrocidades de todo tipo, al interior de una institución estancada en la edad media. Con todas las pruebas sobre la mesa, la iglesia guarda silencio sobre los niños violados. El año 2019, sin una sola prueba, se sumaron a los cívicos, juntos terminaron asesinando la democracia.
“NO VIOLARÁS. EL MANDAMIENTO NEGADO POR LA IGLESIA DE FRANCISCO”
La institución eclesial boliviana, no solo encubrió las violaciones, sino que al no denunciarlas ante la justicia, fomentó a los depravados, para que éstos continuaran destruyendo la vida de miles de niños.
Existen cientos de investigaciones que revelan la complicidad del Estado del Vaticano para ocultar las denuncias contra los sacerdotes que cometieron abusos sexuales contra niños y adolescentes.
Los ex alumnos de la escuela JUAN XXII de Cochabamba, denunciaron en repetidas oportunidades las atrocidades de los curas pederastas, pero fueron expulsados. En la jerga castrense se llama espíritu de cuerpo: La institución protege a los depravados de la institución.
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