CHILE: EL NUEVO PAÍS QUE SE VIENE

Internacional

Con apenas 36 años, supo cerrarle el paso a la extrema derecha chilena, representa la irrupción de los jóvenes en la agenda pública, tiene ante sí dos grandes desafíos: La crisis de los migrantes en el norte del país y la consolidación de la Asamblea Constituyente.

La política económica de Gabriel Boric no es un misterio para nadie. Para ganarse la confianza del establishment, designó como ministro de Hacienda (Economía) a Mario Marcel, ex presidente del Banco Central de Chile, funcionario nombrado por Sebastián Piñera.

El mercado entendió perfectamente el mensaje, la bolsa de valores de Santiago continúa impávida y sin contratiempos ante el arribo de Boric, muy al contrario de lo sucedido en la asunción de Pedro Castillo (Perú) o del propio Evo Morales.

Con un Congreso en el que la derecha concentra la mitad del poder político, deberá sortear, la histórica Asamblea Constituyente que los sectores de derecha quieren torpedear a toda costa, así como el histórico plebiscito para la aprobación de la Nueva Constitución.

Dos de los temas candentes de la Asamblea Constituyente son “el pluralismo jurídico”, es decir el reconocimiento de las instituciones de justicia de los pueblos originarios como la nación mapuche, y la restitución de las tierras usurpadas a las naciones y pueblos originarios.

La crisis migratoria en el norte del país es otra de las herencias que el nuevo presidente deberá enfrentar.

El continente aguarda esperanzado que Gabriel Boric, contribuya a inclinar la cancha hacia una mayor justicia social e inclusión de los sectores históricamente ninguneados.

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