Del 100 por ciento de la tierra cultivable de Santa Cruz, el 90 por ciento lo acaparan los grandes productores terratenientes, dejando apenas sun 10 por ciento para los pequeños productores. De esta injusta distribución, el 40 por ciento se la llevan los brasileros.
Leyes permisivas permitieron que empresarios brasileros acaparen millones de hectareas de tierras. Desde los 80 hacia adelante migraron a Santa Cruz y se insertaron a la clase terrateniente cruceña, siguieron llegando y continuaron acumulando tierras.
En Brasil está prohibida la venta de tierras cultivables a extranjeros, sin embargo, en Bolivia poseen nada menos que el 40 porciento de la tierra.
Los latifundistas utilizan varios metodos para apropiarse de la tierra, desde la compra a nombre de terceros, hasta el alquiler a indígenas e interculturales por campañas y volviéndolos a estos dependientes y cuidadores del monocultivo.
El despojo de tierras de comunidades por el agronegocio boliviano, la frontera agrícola se expande a través de tres brechas de penetración hacia el bosque. Según las condiciones topográficas de la región se identifican 3 brechas principales: 1. Norte de Santa Cruz – San Ignacio de Velasco; 2. Pailón – Puerto Suárez; 3. Zona oeste de colonización.